miércoles, 27 de abril de 2011

pasando.

Pasa el tranvía

Y pasan y pasan y se me van escapando uno tras otro. Y por cada decisión que tomo creo a la vez mil millones de universos paralelos en los que soy súper feliz... ¿Qué posibilidades había de que me tocara nacer en el universo malo?

domingo, 24 de abril de 2011

mentiras y verdades piadosas.


Dicen que el paso del tiempo manipula nuestros recuerdos, que la nostalgia es una mentira que le quita la magia al presente. No digo que no sea cierto, pero si lo que queremos es ponernos pragmáticos... ¿a quién no le guste tener un bonito pasado y una bonita historia que contar?

lunes, 11 de abril de 2011

asesinato en el orient express.



Creo que estoy viviendo una especie de capítulo recopilatorio y revelador en mi vida, esos momentos en los que miras al pasado y obtienes de repente una verdadera perspectiva de tu vida.
Los guionistas de mi serie no han sido sutiles y me programaron una vuelta al colegio, el lugar donde pasé ocho años de mi vida que entre el efecto distorsionador de la nostalgia y el paso de tanto tiempo habían quedado como parte de la vida de otro, los recuerdos de otra persona que habitó mi cuerpo mientras crecía. No sé si la tele me ha hecho mucho daño, pero juro que todo funcionaba como un auténtico flashback: la clase de música de Julián, la bilioteca donde la profesora de religión nos puso un documental sobre la trata de blancas... Cuando Salvador - quien nos había convocado para planear una mesa redonda - comenzó a escribir, sentí un pequeño escalofrío al ver su letra, aquella que con bolígrafo rojo en los exámenes nos anunciaba una buena nota o una muerte segura...
Estuve allí. de verdad estuve allí yo y no otro. Así me lo confirmaron los profesores que me recordaban y, sin embargo, me trataban con cierta extrañeza hasta que uno de ellos se atrevió a decírmelo:
- Mira que yo lo saco todo de la gente con sólo un par de vistazos pero tú... Tú no eras así. Te recuerdo pasmosamente... - largo silencio mientras yo imaginaba terribles adjetivos - tímido.
Y me quedé callado sin saber qué decir. Porque antes de abrir la boca para soltar un cliché ("no he cambiado tanto, aún lo soy") me di cuenta de que yo tampoco me recuerdo como soy ahora. De hecho, es como si me hubiese muerto en algún momento y alguien más hubiese tomado mi control. He cambiado de una manera completamente radical en diez años. Ni siquiera me he convertido en el típico introvertido que vence su timidez llamando continuamente la atención... ¿Qué ha pasado? ¿En qué momento me morí? ¿O quién me mató? ¿Realmente importa?

sábado, 9 de abril de 2011

de vuelta del universo paralelo.

Now she's everywhere: she's in my house, she's in my job, she's in my bed... And I don't wanna wear my clothes anymore, and I don't wanna live in my appartment and I don't wanna be with you! She's taking everything.

domingo, 3 de abril de 2011

movement between these two.


Esta canción se ha convertido en mi octavo himno oficial, una de esas canciones que te gustan tanto que sólo las puedes escuchar una vez cada cierto tiempo para que su valor nunca cambie.

Our nature is not a trap.

sábado, 2 de abril de 2011

hotel el fin.

Hotel del fin by brunocossio
Hotel del fin, a photo by brunocossio on Flickr.

Los 40 minutos de ida hasta el Roque de los Dos Hermanos no se pasan tan rápido a pesar de ser en bajada. Son una batalla contra el viento que en el caso de Bajamar, por causas misteriosas y místicas, siempre sopla en contra. Vayas adonde vayas. La vuelta es más bien una batalla contra uno mismo. No es tanto contra el cansancio de un camino de retorno de 22 kilómetros de distancia y 600 metros de desnivel, sino más bien contra el efecto del cansancio sobre tus ganas de seguir. Uno tiene que convencerse de que no está cansado hasta el punto de no estarlo de verdad, ignorando el propio reflejo en los cristales y las caras de los conductores que vienen de frente que te hacen entender lo demacrado que estás y lo desdencajada que está tu cara.
La llegada a la curva de Las Canteras y la bajada que llega después a modo de recta final, con La Laguna al fondo y el Teide pintado en el cielo es la catarsis de un viaje que, por mucho que hago, no empieza a ser ni un poquito rutinario. Lanzado a casi 60 por hora hasta la línea de meta, la sensación de poder es tan grande como el dolor que se siente en el culo. Aplíquese a la vida en general.