lunes, 30 de mayo de 2011

se ha desbocado la primavera (la noche entera)

Nos han venido eso de que somos egoístas por naturaleza, malos por naturaleza, agresivos por naturaleza... Cuando lo único que es seguro es que por naturaleza somos lo que nosotros queremos ser. Cuando hacemos barbaridades, tenemos más de profecía autocumplida que de instinto predador. Eso lo tengo clarísimo.

Fiesta ante la ciudad

sábado, 28 de mayo de 2011

con flores a las siete.

#floresalas7

No entiendo hacia dónde coño nos llevan. Sólo sé que en la otra gran crisis del capitalismo, la de 1929, un tal señor Keynes (nada sospechoso de ser socialista) afirmó que la única manera de salir de aquella era aumentando el gasto social, garantizando a la gente buenos servicios y rentas dignas con el fin de que no se hundiera el consumo y eso no degenerara en más quiebras de empresas (o lo que es lo mismo: el apocalipsis del sistema)
Ahora que ochenta años después la historia se repite, no sólo no se ha hecho nada por poner límites a la especulación de los bancos que nos ha llevado al borde del precipicio, sino que la solución que proponen desde arriba es recortar derechos, recortar salarios, mandar a todo el mundo a la miseria mientras ellos fuman puros en jacuzzis.
Mi madre sostiene que cuando la ostentación de unos llega a ese nivel de descaro mientras los otros están con el agua al cuello es un síntoma de la caída del imperio. No es la primera vez que pasa. Y, desde luego, a la vista de los datos que tenemos no parece que esto se vaya a arreglar. Se lo están llevando todo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

#notenemosmiedo

#acampadatenerife

Nos criticarán por izquierda y derecha estos días, no lo duden. Unos nos acusarán de aburguesados infantiloides que juegan a la revolución y otros nos tacharán de peligrosos antisistema. No se extrañen: son todos estos años de apatía y resignación, de pensamiento único, que los han vuelto cínicos, frívolos y escépticos. Unos no aceptan que el cambio no haya llegado con sus ideas y otros simplemente no aceptan el cambio.

A los primeros les diría que se equivocan. A los segundos les diría que se equivocan también.

Piensen lo que piensen ambos, nosotros no hemos empezado esto. El sistema, por su propia naturaleza, ha empezado a destruirnos a nosotros y, por tanto, a sí mismo. Mejor, no hablemos de sistema: hablemos de un monstruo que ha escapado a nuestro control. Una serie de relaciones de poder y de dinero que han crecido más allá de nuestro control, más allá de toda codicia y de toda capacidad de predicción. Un monstruo que cada vez tiene más hambre, que come personas, que se come la Tierra…

No es la primera vez que este monstruo se nos va de las manos en la historia. Ni la segunda, ni la tercera. Pero sí es esta la primera vez que las personas que debían amansarlo no han hecho absolutamente nada a parte de ofrecernos en sacrificio. Nadie quiere (o puede) regular las operaciones financieras ni garantizar un mínimo de bienestar a lxs ciudadanxs para que se mantenga el nivel de consumo. Se acaba el petróleo. Todo se está precipitando y todavía hay quienes intentan fingir calma.

Nos está tocando pasarlo mal. Ahora, después de treinta años de neoliberalismo y de desmantelar nuestro futuro, el monstruo está dejando de enseñarnos la cara amable que nos mostraba en décadas anteriores, aunque en la mayor parte del mundo siempre fue una atroz criatura que atacaba de manera invisible.

Ya se ha salido a la calle a lo largo de ese tiempo en muchos países de Europa, se han hecho enormes huelgas que han intimidado a gobiernos, se han producido disturbios aterradores, han dimitido políticos… ¿Por qué entonces es interesante lo que ha pasado esta última semana en España? ¿Por qué somos noticia si los griegos llevan dos años luchando con uñas y dientes por sus derechos y su dignidad? ¿Qué ha conseguido el 15M? El 15M no ha producido ningún cambio político en España, nada más allá algún corte de calles.

Puede que con un frío análisis político no seamos capaces de ver qué significan los acontecimientos de estos días, pero como alguien que los ha vivido en primera persona, que ha compartido la experiencia con jóvenes y viejos, con personas con las que jamás pensé que podría tener algo en común, puedo decir que lo realmente grande de todo esto ha sido la ilusión. La ilusión de saber que tanta gente quiere lo mismo que tú sin parecerse a ti y saber que están dispuestxs a luchar por ello con todo el respeto y toda la rabia al mismo tiempo. La ilusión que hace nacer fácil la poesía de tus labios cada vez que miras hacia cualquier rincón. Yo, particularmente, no he parado de repetir la palabra “acojonante” y nunca la había usado en mi vida. Una vez he probado esa ilusión, estoy seguro de que estaré buscando sentirla el resto de mi vida y estoy seguro de que lxs demás también lo harán.

A algunos esto les sonará sentimental, a lírica de revolucionario principiante del tres al cuarto. A panfleto sesgado por la emoción del momento. Pero lo que no pueden negar es que la ilusión es el combustible de la revolución, del cambio hacia algo mejor, y que surge donde menos te lo esperas, cuando menos te lo esperas y de la manera más inesperada. Es algo bonito que me han enseñado sobre la ilusión.

Apenas hemos empezado. Hemos dado un primer paso y ni siquiera hemos aprendido a caminar, pero no me cabe duda de que vendrán otros y que los daremos con más gente, todos persiguiendo sentir ese algo otra vez.

Porque estamos hastiados, estamos ultrajados, estamos enfadados. Porque votar es lo menos importante de la democracia, porque es sólo un mecanismo para perseguir la justicia social, su verdadero fin, y por desgracia eso ya no lo tenemos. Porque todo se ha corrompido, todo se está pudriendo, porque ya no confiamos las reglas que hay, porque ellos no las respetan, porque ya no las sentimos nuestras. Porque nos lo quitan todo, nos lo roban todo: nuestro dinero, nuestra educación, nuestros derechos, nuestro futuro, nuestra dignidad, nuestros sueños.

Ladrones de mundos: jódanse porque tenemos esperanza. Hemos despertado, hemos descubierto qué es lo que merecemos y no tenemos miedo.

lunes, 16 de mayo de 2011

salvando el mundo

Avanti poppolo

Pa tanto chorizo no hay pan.
Lo llaman democracia y no lo es.
Qué pasa, qué pasa, que no tenemos casa.
PSOE, PP Y Coalición la misma mierda son.
Un bote, dos botes, banquero el que no bote... ¡Pues yo no boté, toma soy rico!

sábado, 14 de mayo de 2011

la noche antes de que llegues.

Precuela del verano

¿Los recuerdos del verano no parecen siempre hechos de un material especial? Huelen a mar, a perfume Halloween, a avión... No puedo esperar a que llegue el calor y salgamos todos a cenar ensalada a una terraza, a que vuelvan los que están fuera y a no necesitar una razón ni un momento para emborracharnos de manera terminal. Porque los veranos los vivo con nostalgia de lo que está por venir, incluso antes de que sucedan.

lunes, 9 de mayo de 2011

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You don't care a bit

Todo lo sólido se desvanece en el aire.

miércoles, 4 de mayo de 2011

travelling.

Journey

Me alegro de que hayas elegido verme como me ves :)

los malos.

Me da igual lo que dijera Shakespeare: el mundo no es un escenario. En días como estos me veo obligado a resaltarlo. Esto no es una película, no hay buenos ni malos. No hay finales. No hay música que nos guíe emocionalmente en los momentos importantes. La vida, quiénes somos, nuestra moralidad, nuestra hipocresía y nuestras motivaciones son bastante más complejas que un guión de Disney por mucho que algunos imbéciles salgan a las calles con banderitas como si esperaran con ansia la llegada del príncipe Alí.
Estados Unidos ha asesinado a un presunto asesino, y digo presunto porque no ha habido un juicio que declare nada de manera oficial. Ni siquiera los occidentales nos hemos molestado en fingir que somos los buenos, que esas palabras relacionadas con la democracia que nos llenan la boca significan algo. No hemos podido demostrar que seamos mejores porque realmente empiezo a dudar que lo seamos, excepto quizá en retórica. Al fin y al cabo, somos terroristas pero refinados, de guante blanco, de los que matan de manera cobarde, secreta, impersonal.

Lo más triste de todo esto es que la vida real si que comparte algo con las películas: el mensaje, haber aprendido algo nuevo, plantearse las cosas e incluso ponerlas patas arriba. En esta ocasión, no ha podido ser. Bin Laden estaba poseído por Satanás y robó la navidad, esto es lo que parece que nos quedará.