martes, 15 de marzo de 2011

sin título.

La magia de las cosas solas y sin importancia

Hay fotos (me atrevería a decir que las buenas de verdad) a las que no se les puede poner título. No porque sea una obviedad su sentido y el título sea redundante, sino porque lo que quiera que despiertan en nosotros va más allá del lenguaje hablado y pensado. Y eso es bueno, porque no vale la pena contar fotografiar si lo que queremos decir cuenta con las palabras apropiadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario